Horario de atención de Lunes a Viernes de 10 a 16hs en Tucumán 1916, CABA.
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"Anoté Querida" de Calvo Laura - Novela -
Dos mujeres protagonizan la
novela, que una de ellas intenta escribir mientras la otra agoniza.
Dos mujeres cuentan su propia
vida y a la par van armando una historia paralela que las une de forma
misteriosa e inequívoca.
Los secretos no deben ser
confiados a persona alguna, porque el que los revela ya no es dueño de ellos,
dice la enferma, ciega.
"Antología de la Poesía Rionegrina. 10 poetas rionegrinos contemporáneos" - Poesía -
- Susana Amuchastegui
- María Inés del Carmen Arce
- Laura Calvo
- Víctor Alberto Cumio
- Norma Margarita Dus
- Silvina Celeste Fazio
- Martín Pérez Guevara
- Graciana Miller
- Silvia Rodriguez
- Daher Salomón
"Arbustos Silvestres con frutos carnosos de la Patagonia" de Damascos María Angélica - Investigación -
En este libro se presenta
información sobre arbustos silvestres de los bosques andino-patagónicos que
poseen frutos comestibles.
Estos son recursos forestales no
madereros que contribuyen a ampliar la oferta de alimentos u aportan nuevos
productos para quienes plantean la innovación en actividades productivas a
través del uso de plantas no cultivadas. Se describen las características de las
plantas, su distribución y uso y las de los frutos de estas especies, aportando
datos sobre la composición química de la pulpa.
"Así viene los barcos, así los cardos rusos" de Rodríguez, Guillermo - Narrativa -
Lo primero en llegar fue como un
olor a mar. Un cierto sabor a olas grandes de océano que seguramente habían
viajado en varias tempestades. Uno cerraba los ojos y las olas de espuma
estallaban allí mismo, tan cerca de uno que se sentía la humedad. Entonces
empezaron los preparativos.
La gente se fue juntando y fueron
hasta la entrada del pueblo. Para eso los barcos llegaba poco a poco, para que
se arme la fiesta.
"Cara o Ceca" de Aguirre, Julio - Narrativa -
“Es el segundo día de andar sin
rumbo y sin agua. Se que moriré.
Cerca del mediodía el sol se
oscurece. En un primer momento agradezco la tormenta. Al poco tiempo me
arrepiento. Una ráfaga levanta granos de arena que dejan mi cara sangrando. Me
sirve de experiencia y me aplasto contra el suelo. Tierra, algo sólido, firme.
En cambio, la superficie soble la que me tiendo se mueve. Alrededor mío se
desplazan grandes e inabarcable masas de arena. Sombras en movimiento dentro de
una gran sombra…”
“12 de octubre del 86.
A las dos de la tarde encendía la
tele, agarré un cacho de pan, cinco fetas de mortadela, dos manzanas, una
botella de Coca y me fui a la cama. A las siete llamó la imbécil de tía Clarita
y preguntó por mamá. Más tarde, hablaron los loros del club de canasta. Toda la
pajarería preguntando por mamá. Esto da asco. Parece que me hubiera puesto de
acuerdo…”
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